viernes, 21 de octubre de 2011

O absolutismo europeo.

Desde el siglo XVI hasta bien entrado el siglo XVIII, la monarquía era la forma de gobierno más común en Europa.Ésta consolidó su poder durante toda la Edad Moderna, y alcanzó su cúlmen  a mediados del siglo XVII, con la poderosa Francia de los Borbones y de Luis XIV, con el nombre de "Monarquía absoluta".

La monarquía absoluta, en teoría, era muy poderosa, pues el rey tenía los poderes ejecutivo, legislativo y religioso, apoyado sobre una burocracia fuerte y un ejército permanente y fiel, y sin rendir cuentas a nadie que no fuera a Dios.Pero nada más alejadode la realidad.El absolutismo tenía muchas limitaciones.Uno de ellos era la resistencia de los poderes locales al gobierno central, ya que el pueblo llano solía obedecer al señor feudal de turno que al monarca por el mero echo de su cercanía y el inmediato efecto en su vida diaria de sus órdenes.Esto acabaría provocando insurrecciones en ciertas regiones, como Cataluña, en el caso español. Otra limitación era la preocupante falta de administración, que impedía la imposición de la mayoría de las numerosas leyes que legislaba el rey. Por último, gracias a un modelo de gobierno heredado de la Edad Media, el rey dependía de una Asamblea formada por la nobleza, el clero y el tercer estado.
Este modelo buscó reforzar su poder con medidas tales como crear nuevos funcionarios, como los alcaldes o los regidores, y la alianza con nobles y clero, para consodilarse.
El terreno estaría ya abonado para el Despotismo Ilustrado.

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