
Ya había colonias inglesas en América, como el asentamiento de Jamestown, que habían desarrollado una gran riqueza con el cultivo de tabaco (usando mano de obra esclava, que no se nos olvide). Aunque el origen de los modernos Estados Unidos (porque como ya habrás asimilado, avispado/a lector/a, que ya vivía gente en América antes de los colonos europeos) navegaba en un navío llamado Mayflower, lleno de colonos puritanos ingleses.
Los puritanos eran una secta protestante radical, que defendía una vida más acorde con la Biblia (rápido, por un millón de dólares, ¿quién es una persona puritana?), que huía de la persecución religiosa de Gran Bretaña.
Tras una durísima travesía, llegaron a Plymouth (Nueva Inglaterra) desde Plymouth (Inglaterra), donde se asentaron y, gracias a los indios (por eso se celebra El Día de Acción de Gracias) , fundaron las Trece Colonias; Nuevo Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Vermont, Massachusets, Maine, Rhode Island, Pensilvania, Conneticut, Delaware, Maryland, Virginia, Virginia Occidental, Kentucky, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tenesse y Georgia.
Esas colonias crecieron, y se hicieron cada vez más ricas y poderosas, pero seguían las persecuciones religiosas (las tristemente famosas brujas de Salem) y el echo de que, a pesar de que contribuyó mucho con Gran Bretaña para ayudarla a ganar la gurra de los siete años contra España y Francia, no tenían representación parlamentaria y los acribillaban a impuestos de productos básicos, como el té. Ahí fue cuando se empezó a hablar de separarse de la mamá patria y ser su propio país.
La chispa de la independencia se incendió el 16 de diciembre de 1663, en el puerto de Boston, donde unos hombres disfrazados de indios mohawk, tiraron al mar un cargamento de té holandés, hecho conocido como El Motín del Té. Casi seguido apareció la declaración de independencia, que la redactaron, entre otros, el estadista e inventor Benjamin Franklin y el pensador y arqueólogo aficionado, Thomas Jefferson.
Huba una tremenda guerra entre estadounidenses y británicos, entre los que se alzó la actitud del general Washinton, SEGUNDO presindente de los Estados Unidos.¿Segundo? Si señor, porque, aunque sea poco conozido, el primer presidente de los Estados Unidos fue Peyton Randolph.
Tras una cruenta lucha, en la que los Franceses y Españoles ayudaron a los rebeldes, los Estados Unidos de América se declararon independientes del gobierno de su Graciosa Majestad, el rey Jorge III, el 4 de julio de 1776.
Una nueva nación acababa de nacer.
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